Lo que se conoció en primera instancia como un rumor, se confirmó en la jornada del pasado sábado, antes del duelo del Deportes Tolima frente el Boyacá Chicó. Los jugadores Danny Santoya y John Hurtado, al parecer fueron protagonistas de actos de indisciplina que colmaron la paciencia del estratega Hernán Torres Oliveros, en la previa del duelo frente al 'Ajedrezado'.

Santoya y Hurtado, presuntamente se habrían presentado en la jornada sabatina con un considerable estado de alicoramiento, por lo cual el técnico ibaguereño les impidió hacer parte de la sesión de entrenamiento con el resto de los integrantes del equipo.

"Santoya no fue convocado a la nómina el sábado porque incurrió en un acto de indisciplina y decidí no tenerlo en cuenta para el partido frente a Chicó, esa es la causa. Igual Hurtado, que además viene lesionado y también tuvo un acto de indisciplina", dijo el timonel a Los Dueños del Balón de RCN.

Por su parte, el atacante cartagenero al servicio del 'Vinotinto y Oro', negó en los micrófonos de RCN Radio haber violado las reglas de comportamiento del grupo, contrariando la visión del estratega del conjunto tolimense.

"Hasta el momento no he estado en ninguna discoteca. No he incurrido en ningún acto de indisciplina. Nadie me ha visto, yo estaba en mi casa. Quién me haya visto, que me diga. La verdad no he salido de mi casa, eso es totalmente falso. Si él profesor Hernán Torres está diciendo que me encontró ahí que me lo sostenga", indicó el ariete de 22 años de edad.

Los dos futbolistas, con antecedentes en este tipo de circunstancias en el fútbol profesional, serán procesados por el Comité de Disciplina del club de Ibagué, para determinar su situación actual.

En el caso de Hurtado, no sería la primera vez que es acusado de atentar contra el orden en su divisa. A principios del 2011, fue seriamente reconvenido por el presidente Gabriel Camargo, quien le advirtió que si volvía a ser centro de escándalos por licor sería apartado definitivamente del Tolima.

Entretanto, Santoya trae la lastre de lo vivido en el Once Caldas en 2010, equipo en el que su imagen como profesional no quedó intacta, debido a incidentes presentados por la bebida. Ello desencadenó su salida de la institución manizalita, con la que disputó torneo local y Copa Santander Libertadores.