Tal y como estaba previsto: Deportes Tolima fue sancionado el viernes 9 de febrero por un hecho que ocurrió en su más reciente compromiso como local, por la cuarta fecha de la Liga BetPlay 1 2024. Uno en el que un perro, del que se desconoce su origen, se robó la atención, al pasearse sin ningún problema por el césped del estadio Manuel Murillo Toro de Ibagué, en la victoria (2-0) frente a Millonarios en casa.

El Comité de Disciplina del Campeonato determinó que el ‘Vinotinto y Oro’ tendrá que pagar una millonaria multa por la invasión del canino al terreno de juego del ‘Coloso de la 37’, que interrumpió a los 4' el cotejo frente a los azules. Y que por cerca de dos minutos impidió que se reanudara el juego por parte del árbitro central Jhon Hinestroza, que reportó esta novedad en su informe arbitral.

¡QUÉ RISA TAN CONTAGIOSA! 😂🐕
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— El Rincón del Vinotinto (@rinconvinotinto) February 4, 2024

“Este hecho fue completamente imprevisto e imprevisible y revisada la situación, ocurrió porque el animal ingresó por una de las puertas del estadio a la gradería y de allí al campo de juego, tomando por sorpresa a los miembros de logística, quienes reaccionaron de inmediato haciendo todo lo posible por retirar al animal rápidamente y teniendo las precauciones para no maltratarlo”, dijo el club en su alegato.

A su vez, en su defensa, indicó que en ningún momento se registró agresión del cuadrúpedo en contra de los jugadores y el cuerpo arbitral, “por lo que su integridad física no estuvo en riesgo ni se presentó ningún daño”. Así se puede apreciar en las imágenes de lo sucedido, no solo de la transmisión oficial del encuentro, sino que además en los diferentes videos de los hinchas que estaban presentes en el estadio.

Según lo que está especificado en literal d del artículo 78 del Código Único Disciplinario (CDU) de la Federación Colombiana de Fútbol, se expresa que se expresa que es responsabilidad del local evitar este tipo de sucesos para evitar los retrasos en el trámite de los duelos. Por lo que, en este suceso, se aplicó jurisprudencia, pues otro club, Atlético Bucaramanga, venía de sufrir el mismo castigo pecuniario.

En el mencionado artículo se manifiesta será objeto de pena “el club que, sin autorización del organizador del torneo o sin justa causa aceptada por el árbitro, modifique el horario oficial de realización del partido, retarde su comienzo o continuación o no se presente oportunamente los actos protocolarios”. Para los ‘Pijaos’, no hubo argumento que lo zafara de ser castigado por este suceso.

En este orden de ideas, el Comité estimó que con esta conducta se materializó la infracción disciplinaria descrita en el reglamento, al haberse retardado en dos oportunidades la continuación del partido. Contra la presente decisión, según se informó, procede recurso de reposición ante este Comité Disciplinario del Campeonato, que deberá resolver la reclamación interpuesta por la divisa ‘musical’. 

En la segunda fecha liguera del 28 de enero, en el empate (0-0) entre Bucaramanga y el 'albiazul', el equipo anfitrión también fue multado por el Comité con 6.500.000 pesos. El acontecimiento tuvo lugar en el estadio Alfonso López, cuando un can interrumpió la contienda y se requirió la intervención de los elementos logísticos para su evacuación del gramado; en instantes en que el reloj marcaba los 17 minutos.