. Se 'rompió' el hechizo: DEPORTES TOLIMA venció al Cali y es el nuevo supercampeón de Colombia



Se 'rompió' el hechizo: DEPORTES TOLIMA venció al Cali y es el nuevo supercampeón de Colombia




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Por: Mario Alejandro Rodríguez

No fue en diciembre, para Navidad. Tampoco en junio, en fiestas de San Juan. Pero el 23 de febrero del 2022 será una fecha que jamás olvidará el hincha del Deportes Tolima. Ese que esperó toda una vida por ver campeón a su equipo del alma en el estadio en el que tantas veces lo alentó. Pero que por esos caprichos inexplicables del fútbol se le había sido negado tal placer de dar la vuelta olímpica.

El 'Vinotinto y Oro' es el nuevo supercampeon de Colombia, luego de vencer por la mínima diferencia (1-0) a un deslucido Deportivo Cali: El mismo que el pasado 22 de diciembre le había aguado la fiesta a los 'Musicales' en su propia casa. Y así acabó con la 'maldición' que pesaba sobre el Manuel Murillo Toro, en donde había perdido tres títulos en igual número de definiciones caseras.

El gol de Michael Rangel (53'), el 'Verdugo' del cuadro 'Azucarero', fue una especie de desahogo colectivo. Un grito exorcizante para los cerca de 20.000 espectadores presentes en las tribunas del 'Coloso de la 37' -en la primera gran recaudación de la temporada- quienes recibieron una gran recompensa por su esfuerzo y se fueron felices a casa, en una noche a todas luces pletórica'.

Y es que el atacante, santandereano de nacimiento, pero con esposa tolimense, volvió a interponerse en el sendero de los 'Azucareros'. Y lo hizo con un portentoso cabezazo, tras el cobro de tiro libre del delantero peruano Raziel García, quien se encargó de ponerle el útil como con la mano al habilidoso ariete, quien de golpe de cabeza se la 'clavó' al arquero Guillermo de Amores para el 1-0 final.

Sirvieron los rezos, las súplicas, los conjuros y hasta las 'cartas antimufa' tan propias en el argot futbolero y las redes sociales. El conjunto de la 'Tierra Firme' no fue inferior a la responsabilidad, sacó casta de equipo grande y dio el golpe en el momento más adecuado. Eso sí, sufrió más de la cuenta en el remate del compromiso, por el accionar propio del rival que se lanzó con todo por el empate.

El primer objetivo del semestre se cumplió con creces para un plantel que perserveró y cosechó. Pero se espera que este trofeo sea apenas el inicio de la prometedora campaña que se viene no solo en la escena local, con la mira puesta en un cuarto campeonato liguero, sino también con el retorno a la fase de grupos de la Copa Libertadores y, por qué no, pueda avanzar a diferenes fases del certamen.

Sin mayor tiempo para celebrar esta importante conquista, al elenco 'Pijao' le tocará empezar planificar el cotejo de este sábado (6:10 p.m.) frente a Junior, por la novena jornada de la Liga 1 2022. Siendo el equipo barranquillero la 'bestia negra' de los intereses locales, por su sabida racha en los más recientes cuadrangulares semifinales y 'Play Offs', pero que tampoco viven buen presente.


Parejo

Como dos fajadores de peso completo: Golpe va, golpe viene. Así arrancó el encuentro en el césped del Murillo Toro, entre un local obligado por su historia a revertir la maldición en su cancha y un visitante acosado por su presente, plagado de malos resultados a nivel local. Pero fue el foráneo el que a los 7' se arrimó con riesgo a predios del 'Pijao', con disparo de Teo Gutiérre que pasó a centímetros.

La respuesta de los 'Musicales' no tardó. A los 10', el zaguero Julián Quiñones se arrimó en el juego aéreo, pero su cabezazo pasó ligeramente desviado del pórtico del cancerbero uruguayo Guillermo de Amores. Por los costados, con transiciones largas que tuvieron como destinatarios a Jeison Lucumí y Andrés Ibargüen, el dueño de casa buscó cómo hacerle daño a un rival rígido en fase defensiva.

Pero a medida que avanzaron los minutos las llegadas a las áreas escasearon. En el dueño de casa, el entrenador Hernán Torres Oliveros apostó por cambiar de posición a sus extremos: Ibargüen jugó por derecha y Lucumí por el sector contrario, el izquierdo, con el ánimo de dificultar las labores de marca del cuadro 'Azucarero', que parecía plantarse bien en el fondo y complicar a su adversario.

En tanto que el foráneo enfocó su iniciativa en el juego aéreo y en la media distancia, ante la incapacidad de superar la pareja conformada por Quiñones y José Moya, a juicio de la gran mayoría fue el héroe de la noche. Así se diluyó la primera mitad, con declaración de intenciones por parte de los orientados por Hernán Torres, quienes supieron sortrear con éxito la presión desde la tribuna.


Lo resolvió

Y con los mismos hombres de los primeros 45 minutos, el conjunto tolimense saltó al campo de juego en búsqueda de la ventaja. Y muy pronto, cuando el reloj marcaba los 53', llegó la recompensa para el elenco que hacía más por el compromiso, ante un contrincante que no prosperó con respecto a lo evidenciado en el arranque del encuentro. Para felicidad de los presentes, el camino se clarificó.

Un pase magistral del volante peruano Raziel García, quien ejecutó con éxito un cobro de tiro libre desde el costado derecho (53'), encontró en el corazón del área al atacante Michael Rangel, quien ganó de viveza a su marca, el extremo Jhon Vásquez y le cabeceó al primer palo al arquero De Amores, quien se quedó corto para contener el impacto que desató la locura en las tribunas del 'Coloso'.

No obstante, la alegría pudo haber durado poco, si a los 57' el zaguero Moya no evacúa de forma providencial el esférico en la línea, tras la peligrosa incursión del defensor central Jorge Marsiglia. Fue quizá, en ese momento, en que la victoria adquirió un sabor real, palpable para los anfitriones, quienes se convirtieron en una auténtica roca en materia defensiva y no dieron chance a su rival. 

Aunque pudo sufrir menos, si a los 71' Ibargüen hubiera aumentado la ventaja, pero de no ser por la monumental intervención de De Amores el balón hubiera terminado al fondo de las piolas del arco norte del Murillo Toro. Pero no fue la única opción que dilapidó el dueño de casa, porque un minuto después (72') Yohandry Orozco, mano a mano con el guardameta, también se atragantó de gol.

Torres, por fortuna, supo mover muy bien sus fichas y con el ingreso del delantero antioqueño Juan Fernando Caicedo, quien a 12' del final tomó el lugar de Rangel, empezó a jugar con las necesidad del rival. Y llevarlo al desespero, a tal punto de regalarse en materia defensiva y buscar, con más ganas de orden, un empate que jamás llegó, mientras los minutos se iban consumiendo lentamente.

Por más de que el propio Caicedo tuvo dos opciones en sus pies que debieron terminar en gol, Tolima -a diferencia de otras ocasiones en su historia- lució seguro, sin tenerle miedo a resolver el tramo final de un compromiso que lo llevó a conquistar de nuevo la gloria. En el remate soportó el aluvión caleño y con un arquero Cuesta imperial clausuró su arco y pudo festejar en su propia casa.

Así formaron

Deportes Tolima: William Cuesta; Juan Angulo, Julián Quiñones, José Moya, Junior Hernández; Juan Ríos, Bryan Rovira, Jeison Lucumí, Raziel García (Yohandry Orozco, 69’), Andrés Ibargüen y Michael Rangel (Juan Fernando Caicedo, 78’).
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Entrenador: Hernán Torres.

Cali: Guillermo de Amores; Aldair Gutiérrez, Jorge Marsiglia, Guillermo Burdisso, Cristian Mafla; Andres Balanta, Sebastián Leyton (Carlos Roblres, 74’), Jhon Vasquez, Yony González (Ángelo Rodríguez, 74’), Kevin Velasco (Harold Mosquera, 83’), Teófilo Gutiérrez.

Entrenador: Rafael Dudamel.

Fotos: Dimayor











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