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Se confirmó en las últimas horas el duro castigo que impuso la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) al Deportivo Cali, tras los bochornosos hechos que denunció en rueda de prensa el técnico del Deportes Tolima, Hernán Torres Oliveros, tras el partido de ida de la Superliga 2022: Efectuado el pasado 9 de febrero en el estadio de Palmaseca y que dejó un valioso empate (1-1) para los 'Pijaos'.

De acuerdo con la resolución 006 de la Comisión de Disciplina del Campeonato, el equipo 'Azucarero' deberá pagar 10 millones de pesos y tendrá suspensión de dos fechas de la tribuna Occidental Central Baja Norte por la agresión que sufrió el entrenador del 'Vinotinto y Oro', al que prácticamente le propinaron un 'monedazo" en la cara. Así lo dejó ver el propio entrenador.

Pese a que el club local intentó atribuirle la responsabilidad de los hechos al orientador de los 'Musicales', al que señaló de mal comportamiento, con presuntas provocaciones a la tribuna, la Comisión fue clara en su determinación y encontró culpabilidad en el operativo dispuesto para este duelo, que dejó la llave abierta para definirse el próximo miércoles (8:00 p.m.) en el Murillo Toro.

"Durante el transcurso del partido fueron lanzadas monedas desde la tribuna donde se encontraba el banco del equipo visitante. Finalizado el partido desde la tribuna utilizaron lenguajes ofensivo y groseros en contra del técnico, por lo cual este respondió con gestos con señales de una cruz y colocando su mano tapándose el rostro", reveló el oficial de la Dimayor.

"En consecuencia de lo sucedido le lanzaron una botella de agua agrediéndolo. Acto seguido, ya estando en la zona mixta, desde la misma tribuna le lanzaron una moneda impactándolo en la parte superior de la cara (frente), casionándole una herida", detalló en su relato el funcionario del ente rector, que contradijo lo dicho por el club vallecaucano, que deberá responder por lo sucedido.

Y es que para la comisión, no hubo acción alguna para impedir que Torres fuera vulnerado en su rostro, "que las medidas de seguridad adoptadas por el club no fueron suficientes, dado que la conducta fue masiva. Y que el hecho de existir una provocación no exime de responsabilidad o faculta a ningún actor dentro del estadio a desplegar conductas disciplinables, se leyó en la resolución.

En contexto

Culminado el partido, Torres indicó que la lesión fue causada por parte de una hincha del equipo local, que según el estratega estaba fuera de sus cabales y le tiró el elemento. La moneda no causó lesiones de consideración, aunque el orientador en esa oportunidad aprovechó no solo para repudiar el hecho, sino para poner la "llaga" sobre lo que serían las graves fallas en la custodia de los visitantes.

"Me tiraron un monedazo en la cara. Una señorita, muy bonita ella, comenzó a gritarme cosas. Y le dije: 'Uy, una niña tan bonita y con esa lengua, ¡Córtesela!...Y me llovieron monedas de todos lados, y una me pegó en la frente. Pero bueno, la otra vez un hincha se metió casi a la rueda de prensa a agredirme, pero gracias a Dios los de seguridad actuaron rápidamente", dijo Torres.

➕ "Se está volviendo un problema venir a jugar al estadio del Cali con esos temas de seguridad. Esto es un juego, ellos nos ganaron la final y se fueron tranquilos de Ibagué sin problema" Hernán Torres, DT Tolima. pic.twitter.com/OqonBgbyRR

— Win Sports TV (@WinSportsTV) February 10, 2022

"Se está volviendo un problema venir a jugar al estadio del Cali, con esos temas de seguridad. Un problema grave. Me parece que tienen que mejorar la seguridad de los artistas. Hace 20 días el de la logística sabe que hubo hinchas a la salida muy enojados. Esto es un juego, ellos nos ganaron la final y se fueron tranquilos de Ibagué sin problema", agregó el técnico.

Contra lo dispuesto por la Comisión existe los recursos de reposición y apelación para el equipo local, que no pasa un buen momento en lo económico y que por una moneda debería pagar una importante cantidad por el mal comportamiento de sus aficionados. De por sí, Palmaseca es el único estadio del FPC que aún conserva su enmallado para separar a las gradas del campo de juego.