Hasta hace algunos días éramos firmes convencidos que sobre nuestro amado equipo, el Deportes Tolima, lo habíamos visto y sabido todo. Pero nos equivocamos, ¡De cabo a rabo!, porque aún nos faltaba comprobar, entre otras cosas, que sí se podía caer más bajo en cuanto al ámbito dirigencial. Pues bien, el martes Ricardo Salazar, gerente del Club por más de 10 años gracias a su amistad con Camargo, no tuvo que hacer mucho esfuerzo para demostrarlo y con ello dejar en ridículo a toda una afición.

El mencionado dirigente, quien es experto en apagar el celular cuando surge un tema 'caliente' con el equipo o evadir las preguntas de los aficionados y la prensa con su acostumbrado y cansino "No sé, pibe", esta vez la 'sacó del estadio', al  dejar en evidencia su incompetencia como delegado del equipo en los torneos que participa. 

Cuando un periodista de Ibagué le preguntó sobre la extraña alineación del lateral Darío Bustos en el onceno que iba a enfrentar a Nacional en la vuelta de los cuartos de final de la Copa Postobón, pese a haber sido expulsado en el primer juego de la serie, 'Pitirri', como se le conoce a este personaje, alegó con frescura y sin conocer el reglamento que la Dimayor habilitaba al jugador de palabra (¡sí, leen bien!), por la convocatoria de Antony Silva en la selección paraguaya.

Ante semejante exabrupto, el comunicador le recalcó que la normativa (Artículo 30 de la competición) impedía la actuación de 'pipe', al no tener el Deportes Tolima jugadores en la selección Colombia. Salazar, quien no tenía la más mínima idea de lo que le preguntaban, sólo atinó a decir: "Aaaaaaa. Pues ellos nos dijeron que no había problema... Luego, ¿En dónde dice eso?.... Nosotros preguntamos y ellos nos dijeron que sí". 

El miércoles, como lo dijimos en este espacio, Dimayor ratificó en el boletín semanal la sanción de una fecha para Bustos y éste, quien ilusionado viajó con el equipo hasta Medellín con la esperanza de actuar, tuvo que ver el juego desde la tribuna y en su lugar fue alineado el juvenil Gustavo Cañizales. El jugador, sin tener mayor culpa, se fue de 'turismo' por 'Medallo' por cuenta del generoso dirigente santandereano, o más bien, gracias a las 'robustas' arcas del 'Vinotinto y Oro'. 

Para nosotros, que el delegado oficial de la institución le pregunte a un periodista sobre la norma que rige los torneos en que participa su equipo no tiene ninguna presentación. El angustioso ¿En dónde dice eso? es sinónimo de su mediocridad, que desde su llegada ha sido manifiesta y soberana, no sólo en el campo deportivo, sino administrativo. 

En nuestra memoria aparecen algunos casos que corroboran nuestra postura: su incapacidad como gerente. Uno de ellos, fue la mala inscripción del jugador cartagenero Náser Polo, quien en 2002 en un juego de cuadrangulares frente al Deportivo Cali se hizo pasar como jugador sub 19, con documentos falsos, ante la vista 'gorda' del dirigente y de Gabriel Camargo.

Por su parte en 2007, durante un viaje internacional en el marco de la Copa Libertadores, a todo el equipo le robaron sus pasaportes, lo que los obligó a sacarlos de emergencia en el consulado de Sao Paulo, Brasil. Si el gerente hubiera cumplido a cabalidad su labor y no le hubiera encargado la maleta con los documentos al utilero de ese entonces, este incidente no hubiera pasado. El grupo regresó al país después de un día de travesía, con una derrota a cuestas (1-0 frente a Cerro Porteño) y sin la posibilidad de actuar en el juego que tenía que cumplir por el torneo local.

Otra anécdota más reciente fue la vivida el año pasado, en Palmira frente al América, cuando de forma inexplicable casi pone en el campo a cuatro jugadores extranjeros, cuando la norma dice que sólo tres elementos foráneos pueden estar presentes por cada escuadra, para lo cual uno de ellos, el paraguayo Roberto Gamarra, le advirtió sobre el horror que iba a cometer. Al final, el partido lo ganó el conjunto 'Pijao', por 3-2.

De 'Pitirri' se dicen muchas cosas. Una de ellas es que al parecer no sabe manejar un computador y por eso anota todo en 'papelitos', que en el ocaso de la jornada terminan con un sinfín de inscripciones sobre su escritorio. Si le queda 'grande' un ordenador no nos consta, sólo es una de las tantas particularidades que se comentan en el 'Murillo Toro' sobre su forma de 'gerenciar' nuestro club.

Para algunos, la premisa "errar es de humanos" simboliza la esencia del aprendizaje y el éxito, así como el camino al fracaso. En este caso, más allá de representar el proceder de una persona,  es una disculpa ante las constantes barbaridades cometidas en su ejercicio 'profesional', que dejan mucho que desear y pone en duda si lo que gana en su cargo (desconocemos la cifra, pero suponemos que es alta) es lo que realmente merece. 

Sentimos pena ajena por usted, 'Don Ricardo' y también por quienes llevan a NUESTRO equipo por malos rumbos administrativos.