A un año de un agridulce recuerdo: un día que jamás olvidará el hincha del DEPORTES TOLIMA




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Por: Mario Alejandro Rodríguez

El 23 de febrero del 2022 será una fecha que jamás olvidará el hincha del Deportes Tolima. El mismo que esperó toda una vida por ser campeón en casa, pero luego se enteró que, mientras celebraba hasta el llanto la conquista de un simbólico título para la institución, una especie de desahogo colectivo, su presidente y dueño, Gabriel Camargo Salamanca, trataba de digerir una noticia devastadora. 

Ese día, en el que los 'Pijaos' vencieron al Deportivo Cali en la 'vuelta' de la Superliga (1-0), con el tanto del delantero Michael Rangel, trajo consigo una 'marejada' de emociones para los más de 20.000 espectadores en las tribunas del Murillo Toro. Y la última vez en que la estampa del gestor de las más grandes alegrías del club en 68 años de historia se vio en el escenario en el que era amo y señor. 

Los rumores, desde entonces, empezaron a tomar cada vez más fuerza, hasta que no hubo un punto de no retorno. Y fue ese 29 de marzo, a las 8:00 p.m., un anuncio sacudió a la familia del conjunto tolimense: el exsenador, próximo a cumplir los 80 años de existencia, padecía cáncer de tiroides. Nada, absolutamente nada, volvió a ser como antes y empezó todo un viacrucis; el cual, aún, cuesta recordar.

"Mientras celebrábamos la Superliga, a mi padre le diagnosticaban cáncer. Y eso nos trae una enseñanza de vida a la que no podemos ser ajenos. Como club tenemos una responsabilidad que queremos cumplir con lujo de detalles, en honor a él", recordó entre lágrimas César Camargo Serrano, su hijo, quien llevó sobre sus espaldas una carga emocional que jamás imaginó tener.

La felicidad por aquella consagración, la primera final ganada en suelo ibaguereño, se transformó en un agridulce momento para los seres más allegados a Camargo Salamanca. Y aunque quedó una postal que inmortalizó ese instante, en el que se vio al veterano dirigente al lado de su heredero, César, y su nieto, Alejandro, los tres literalmente mordiendo el éxito, por desgracia no hubo una siguiente.

Quien estuvo detrás de los días gloriosos de un club que tuvo que esperar 49 años para vivir su primera gran alegría, y en las dos décadas posteriores celebró aún más que algunos de los llamados grandes del balompié criollo, estará por siempre en el sentir de todo un pueblo. Al menos, a manera de consuelo, en su última visita al 'Coloso de la 37' fue feliz, gracias al proyecto al que le dio su vida.

"Yo llevo en mis venas ganar. Yo no me conformo con menos. Soy un ganador y no sé si seré capaz de estar mañana en el equipo cuando no pase", fue el pensamiento que, contra viento y marea, defendió Camargo Salamanca. Y, a juzgar por el balance, el fútbol le permitió construir un proyecto deportivo sólido, autosostenible, que ha hecho partícipe al hincha de sus decisiones y logros.

Del templo que quizá lleve su nombre, tarde que temprano, don Gabriel despidió como lo que fue: un grande, con el reconocimiento eterno de una afición que, tras ires y venires, le dijo en vida y cuando más lo necesitó: 'Muchas gracias'. Que sea este 23 de febrero, a un año del más reciente título, el homenaje sentido a quien hizo de la pasión de miles un motivo de orgullo y respeto a nivel nacional. 

Foto: Club Deportes Tolima










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