Por más de que el deseo de algunos sea marcharse rápidamente, que estén -quizá- cansados de vestir la 'Vinotinto y Oro', y desde hace un buen tiempo esperan el 'canto de las sirenas', que andan presionando de manera insólita a la dirigencia para que acepten la primera oferta que llegue por su pase, el club con el que firmaron, el que les paga un sueldo y que espera total compromiso de su parte es el Deportes Tolima. Y para este jueves hay un interesante reto al que no le podrán hacer el quite, en pro de alcanzar lo que es, a todas luces, innegociable e irrenunciable: La gloria. Así de claro.

Ya no hay tiempo para esgrimir excusas. Sea quien fuere el 'berrinchoso', el que tal vez pensó en dar un paso al costado justo ad portas de la cita más importante del año sin calcular la ilusión de la hinchada, debe tener muy en claro -si se dice llamar líder, imagen que afincada entre los seguidores- que esta vez lo que tiene que primar es el bien común por encima del individual. Ante Independiente Medellín, en una cancha bastante conocida como la del Atanasio Girardot de la capital antioqueña, el 'Vinotinto y Oro' deberá ganar si quiere gritar campeón, algo que no hace desde hace casi seis años.

Si hay un rival al que el 'Pijao' no le ha podido ganar en el último tiempo es al 'Poderoso', que no vence desde el 18 de octubre del 2014, hace seis años, tres meses y 21 días. Desde entonces lo que pudo sacarle al 'Rojo' antioqueño fueron cinco empates, de un total de nueve compromisos, en una racha que no se asemeja -en nada- a la que se tiene frente al otro club paisa: Atlético Nacional, al que le ha ganado cuatro de los últimos seis partidos. Y en una llave de solo 90 minutos. no hay otra alternativa que salir por los tres puntos, aunque un empate -por los antecedentes- no vendría mal para el objetivo de ser campeón copero.

En diciembre de 2014 (1-1), octubre de 2016 (1-1), marzo y noviembre de 2018 (2-2) y octubre de 2019 (1-1) el elenco de la 'Tierra Firme' logró cosechar sendas paridades ante el conjunto de Medellín. A favor del historial de la 'tribu' está que en junio de 2018, si bien perdió por la mínima diferencia (1-0), logró por la vía de los penales el tiquete a la gran final de la Liga 1 de ese año, bajo la conducción técnica del samario Alberto Miguel Gamero. Este es, sin lugar a dudas, un capítulo aparte en el historial de dos elencos acostumbrados a ser protagonistas en los diferentes certámenes en los que participan, pues fue el trampolín al título conquistado aquel 9 de junio, en el mismo césped.

En el caso del entrenador ibaguereño Hernán Torres Oliveros, esta es una especie de revancha a nivel personal, pues tiene una deuda pendiente con el equipo de sus amores desde hace casi una década. La frustración del título perdido de la Liga 2 2010 aún retumba en el entrenador, quien sí pudo alzar los brazos en señal de triunfo con clubes como Millonarios (2012-2) y América de Cali, en Segunda División. Pero con los 'Pijaos' el éxito, a decir verdad, le ha sido esquivo, pues no ha logrado hacer más que buenas campañas. Al profe, tarde que temprano, parece haberle llegado la hora de festejar.