Después del empate a un tanto como local ante Expreso Rojo por la segunda fecha de la Copa Colombia, los fantasmas del año 2009 parecen reaparecer en el Deportes Tolima. La falta de jerarquía ante rivales de poco peso fue la constante en la pasada versión del torneo, por lo cual las preocupaciones comienzan a rondar en el club y aficionados, con el temor de repetir la amarga historia en esta competición.

Y no es para menos. El pobre rendimiento del conjunto tolimense ante el equipo de Zipaquirá pone a pensar en cuál es el verdadero interés de la plantilla emergente del club para con este importante certamen.

La presencia de elementos de experiencia deberían marcar amplia diferencia ante nóminas limitadas de la segunda división; no obstante el hambre de victoria de estos equipos se antepone ante la pasividad de la escuadra ibaguereña.

Casos de displicencia como los de Efraín Víáfara, la falta de puntería de Wilder Medina, los problemas en la entrega y recuperación del esférico por parte de Gustavo Bolívar (quien vuelve de lesión) y los graves errores en la defensa conformada por Arrechea y Díaz fueron las fallas que desencadenaron en una paupérrima actuación para el equipo de la ´tierra firme´.

Si bien es cierto que apenas han pasado dos juegos, no está de más encender las alarmas en pro de evitar que la historia de las dos versiones anteriores se repita. La responsabilidad para con esta competición es grande, no por el trofeo de Campeón sino por el orgullo pisoteado por las escuadras de la Primera B.

La oportunidad de cambiar la historia está latente. Sólo depende de la total entrega de los muchachos en el terreno de juego, porque de no ser así será mejor darle el chance a los jugadores de la cantera, como los laterales Murillo y Bolaños que pueden aportar todo su potencial por el respeto a la divisa ´musical´.

¿Será que los fantasmas del pasado retornarán a acompañar la campaña 2010 del Deportes Tolima? Sería demasiado prematuro decirlo. Por tal razón, el próximo miércoles 17 de marzo los orientados por el estratega Hernán Torres deberán hacer respetar su casa en el compromiso correspondiente a la tercera fecha de la Copa ante el Juventud Girardot, con el fin de encumbrarse en el primer lugar del Grupo F y despejar cualquier duda sobre su irregular rendimiento.