La hinchada del Deportes Tolima se cansó. Al desplante protagonizado en la previa por el plantel de jugadores, con ambos capitanes a la cabeza, Julián Alveiro Quiñones y Juan Pablo Nieto, se sumó la gris presentación en la noche del sábado 7 de junio frente al América: con el que igualó 1-1 por la tercera fecha de los cuadrangulares semifinales de la Liga BetPlay 1 2025, en el césped del Murillo Toro de Ibagué.
Tras el pitazo final del juez Alejandro Moncada, del colegio de Antioquia, la descarga de la tribuna fue evidente. Todo venía acumulándose desde la víspera, cuando tras la convocatoria de la barra más importante del club, la Revolución Vinotinto Sur, una multitud se congregó a las afueras del hotel de concentración del equipo. No obstante, el grupo de futbolistas jamás apareció para agradecer el gesto.
Según Nieto, que acudió a la rueda de prensa a dar la cara en nombre de los jugadores, este suceso se debió a un malentendido que a un hecho premeditado. Una versión que, a decir verdad, pocos creyeron en las redes sociales, pues según el mediocampista no fueron informados de la presencia de los fanáticos a las afueras del hotel ubicado en la Carrera Quinta con calle 42; como si la algarabía no se escuchara.
El risaraldense, uno de los tres que se quedó en el terreno aguantando el chaparrón de insultos, junto al extremo Álex Castro y el mediocampista Brayan Rovira, no logró convencer con sus argumentos a gran parte de la hinchada: que también lo señaló como uno de los que ya tiene su ciclo cumplido en Ibagué y, por su bien y el del club, piden que busque nuevas oportunidades en el FPC lejos de la ‘Tierra Firme’.
La insólita respuesta de Juan Pablo Nieto que buscó justificar desplante con la hinchada
El jugador, que ya completó siete temporadas en la institución, dijo entender el enojo de los fanáticos y tener claro que ya no basta con clasificar a los cuadrangulares, sino clasificar a la final. Sin embargo, fue su respuesta sobre el porqué el grupo no salió a saludar a la hinchada, lo que desató la ola de comentarios en contra suya en las plataformas digitales, pues fue considera por una gran mayoría como una excusa.
“Quisimos poner la cara, porque en los buenos y malos momentos hay que hacerlo (...) Entiendo la reacción de la gente, pero hay que levantar la cabeza y seguir, porque todavía estamos vivos”, afirmó. “Por ahí vi el disgusto de la gente, pero te soy sincero, no sabíamos que la gente iba a ir; por lo general cuando estamos en la cena se escucha la gente cantando, pero no habíamos escuchado nada”, agregó.
Según Nieto, nadie les dijo nada y cuando terminaron de tomar los alimentos subieron a sus respectivas habitaciones. “Muchos hacen sus terapias, algunos estudian, muchas cosas... Obviamente, entendemos el disgusto, tienen razón, pero que quede claro que no fue por mala leche, ni porque hayamos un partido ni nada. No estábamos enterados”, acotó el jugador, que no aludió este hecho a la caída ante el DIM en casa.
Recordó el episodio que se registró en Bogotá, en la previa del choque ante Millonarios, que se dio tras la eliminación en la segunda fase previa de la Copa Libertadores frente a Melgar de Perú, en el que dieron la cara. “La verdad, creo más bien que fue un problema de comunicación, quiero que quede claro eso. Ellos hacen un esfuerzo por ir a apoyarnos, pero no fue de mala leche”, puntualizó Nieto en su respuesta.
Sea cual fuere la explicación ante semejante bochorno, lo cierto es que la relación entre la afición y el grupo se rompió. Y de eso también puede considerarse culpable a Nieto, el mismo que se quejó de los cánticos que venían de la Sur en el segundo semestre del 2024, y que en el presente campeonato es más recordado por haberse agarrado los 'güevos' que por sus presencias en el terreno de juego con el ‘Pijao’.