El fútbol profesional colombiano está experimentando cambios trascendentales de cara a la definición de la Liga BetPlay 1 2025, que está próxima a terminar en su fase regular. Y esas modificaciones parecen tener directa injerencia con Deportes Tolima, que disputará los cuadrangulares semifinales, en su clasificación número 33 a estas instancias desde que se juegan los torneos cortos en el balompié rentado.
En un ajuste al reglamento aplicado a la fase que se avecina, en la que solo estarán los ocho mejores del certamen, la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) introdujo una modificación clave que impactará el orden y la dinámica del sorteo, que se efectuará al final del fixture del ‘todos contra todos’ del campeonato. Y que se establecen, tal como es la costumbre, al final de la decisiva jornada 20 del FPC.
Este cambio se conoce en un momento determinante, cuando hay ya asegurados seis de los ocho lugares disponibles. De acuerdo con lo publicado, la norma mantiene que los equipos que ocupen el primer y segundo lugar durante la fase regular serán cabeza de los grupos A y B, respectivamente, como ha sido habitual en temporadas anteriores; un objetivo en el que la ‘tribu’ aún tiene posibilidades de lograr.
El cambio a la forma en la que se establecerán los grupos de los cuadrangulares
En consecuencia, la ventaja del llamado ‘punto invisible’, que premia a los líderes absolutos, también continuará vigente. Sin embargo, el cambio más notable radica en que, a partir de ahora, los equipos clasificados entre la tercera y la octava posición serán distribuidos en los grupos mediante un sorteo general, sin importar su ubicación exacta en la tabla de posiciones de la primera parte de la competición.
“Los clubes que ocupen la primera (1.ª) y segunda (2.ª) posición en la tabla de posiciones del ‘todos contra todos’ serán cabeza de grupo, mientras que los demás clubes clasificados serán ubicados por sorteo en los respectivos grupos”, se detalló en el reglamento de la Dimayor. Esta decisión marca un giro respecto al sistema utilizado hasta el 2024, en el que se fijaban ciertos emparejamientos como pautas de esta fase.
Es decir, el tercero no enfrentaba al cuarto de la clasificación, y así sucesivamente entre el quinto y el sexto y el séptimo y el octavo; cuestión que ya no aplicará para este certamen y que podría abrir, aún más, la conformación de grupos con rivales de peso. Lo que se buscaría, en síntesis, es que algunos clubes en la última jornada busquen acomodarse de forma intencional para evitar a ciertos contrincantes en los ocho.
¡Ojo! Cabezas de grupo tendrán beneficio adicional para los cuadrangulares
Otra modificación relevante dentro del reglamento definió que el cronograma de los cuadrangulares será también definido por sorteo, salvo para los clubes que ocupen el primero y segundo puesto en la fase inicial del torneo. Estas dos escuadras conservarán el beneficio de ser locales en la última fecha de la ronda semifinal, con lo que no solo será el ítem de desempate, sino la opción de culminar ante su gente.
Según la Dimayor, “el fixture en los cuadrangulares semifinales será realizado mediante sorteo a cargo de la administración, a excepción de los clubes que ocuparon la primera (1.ª) y segunda (2.ª) posición en la fase I ('todos contra todos'), los cuales oficiarán como locales en la última fecha”. Otra estrategia para fomentar mayor incertidumbre y dinamismo a la competición, que entra en una etapa sin duda crucial.
Esto reitera la necesidad de que los clubes clasificados fuera del primer y segundo lugar busquen una posición específica dentro del grupo de los ocho, pues su ubicación en los cuadrangulares ya no dependerá de su puesto final. Este enfoque podría tener implicaciones significativas en la estrategia de los equipos durante la última fecha del calendario, que todavía no tiene fecha definida por parte de la Dimayor.
Los cambios introducidos por la Dimayor han despertado sin duda interés en los aficionados y analistas del balompié criollo, quienes observan esta modificación como un intento de equilibrar el torneo y aumentar la competitividad en los cuadrangulares. Sin embargo, queda por evaluar cómo estos ajustes impactarán en la dinámica y en las estrategias de los clubes que buscan consolidarse como campeones.