’Pitirri’, reconocido por su estilo hermético a la hora de referirse en público a las novedades en materia de contratación de jugadores, ofició como la mano derecha del exsenador Gabriel Camargo Salamanca entre 1999 y 2019, cuando los ‘musicales’ dieron el esperado salto de calidad y se convirtieron, en dos ocasiones, campeones de la Liga, en 2003-2 y 2018-1, además de obtener la Copa Colombia 2014.

Como futbolista, Salazar hizo parte de las nóminas Atlético Bucaramanga y Millonarios, además de clubes como Deportivo Cali, Independiente Santa Fe, Cúcuta Deportivo e Independiente Medellín, entre 1976 y 1987. Pero su faceta más exitosa fue la de directivo, pues ganó tanto con el ‘Vinotinto y Oro’ y con los ‘azules’, al que llegó en su segunda era en 2020 y con el que conquistó Liga, Superliga y Copa.

“La Federación Colombiana de Fútbol (FCF) en cabeza de su presidente, Ramón Jesurun y el Comité Ejecutivo, lamentan el fallecimiento de Ricardo ‘Pitirri’ Salazar, director deportivo de Millonarios FC”, comentó una de las dos entidades rectoras del balompié local, en relación con el trágico suceso que causó conmoción en las redes sociales, pues el bumangués era uno de los personajes históricos del FPC. 

El directivo del cuadro 'albiazul' estuvo presente en el cotejo que el equipo capitalino disputó en la noche del miércoles 17 de abril frente a Junior, en el que se impuso por 3-2. Pero en la mañana del jueves, cuando tomaba su baño, un infarto sorprendió al hombre, que pereció de forma fulminante. El hombre también afrontaba un cáncer que lo aquejó en el último año, pero que no le impidió laborar. 

Cuestionado por una serie de desaciertos, pero responsable de haber gestionado, entre otras, la llegada entrenadores como Luis Augusto ‘Chiqui’ García y el samario Alberto Gamero a la institución, los responsables de los primeros títulos del conjunto ‘musical’, Salazar era —sin duda— un hombre que generaba amores y odios. Y que, a la sombra de Camargo Salamanca, tuvo nombre en el cuadro ‘Pijao’.

Fue clave su exitoso paso por la divisa de la ‘Tierra Firme’ que luego de su partida, a principios de 2020, el club quiso reemplazarlo con el extécnico Javier Álvarez, pero su era apenas duró un mes. Y es que si hubo un hombre que estaba en permanente comunicación con el mecenas del equipo, y se encargaba de seguir sus instrucciones al pie de la letra, ese era Salazar, que tomó nuevos aires en materia profesional.

Salazar, que tuvo un papel preponderante en la construcción de lo que hoy es el onceno de la ‘Tierra Firme’, y que gozaba de plena confianza de su máximo dirigente para administrar su club, será recordado por los hinchas del equipo por su presencia constante en el día a día: no solo en sus funciones de tipo deportivo, sino además por su participación en las decisiones correspondientes al área administrativa.