Confirmada su llegada a Deportivo Pereira, tal y como era su deseo, llegó el momento de las despedidas para Juan David Ríos: que dejó de pertenecer oficialmente a la disciplina del Deportes Tolima, luego de que se concretara entre ambos clubes una millonaria transferencia, del orden de los $2.300 millones de pesos según reportes extraoficiales, en una negociación en la que trató de involucrarse Atlético Nacional.

El mediocampista de 32 años, a través de sus redes sociales y tras haber sido anunciado como nuevo integrante del cuadro 'Matecaña', aprovechó estos días de receso para dedicar unas sentidas palabras a la parcial ‘Pijao’, a la que defendió durante 151 partidos disputados, dos goles, seis asistencias y lo que quedará para siempre en su palmarés y en el del club: un título de Liga (2021-1) y una Superliga (2022).

Con la ayuda del periodista Julián Capera, que hizo el prólogo, evocando un pasaje del libro del volante de la Selección Colombia, Juan Guillermo Cuadrado, Ríos —de propia voz— se refirió a su estancia con el elenco de la ‘Tierra Firme’. Y lo feliz que fue, según él, en el combinado que lo llevó al estrellato en el FPC, al dejar atrás destacadas campañas con Alianza Petrolera y un inicio difícil con los pereiranos.

“Ibagué, en mi vida has hecho honor a tu sobrenombre y tocaste música para mí. Desde el primer día, toda la ciudad y todo el equipo caminó junto a mí. Corrimos juntos hacia los sueños que cruzaban desde lo personal a lo profesional”, indicó Ríos, quien recordó en su mensaje al fallecido dirigente Gabriel Camargo Salamanca, que junto a su hijo César lo trajeron al club y le dieron su apoyo.

Y también dedicó su despedida a todos los que hacen parte de la familia del cuadro ‘musical’, que según él hicieron de su estancia en la institución más llevadera. Además de una mención especial para el aliento de la barra Revolución Vinotinto Sur, siempre presente al lado del plantel y sus referentes, tanto en los instantes de alegría como en los que dejaron consigo marcados aprendizajes. Algo que dijo no olvidará.

“Los fuertes e inalcanzables cánticos de su hinchada. Grandes amigos. Cada parque, cada calle, cada sonrisa, hicieron que esta ciudad y este bello club, Deportes Tolima, ocupe un lugar en mi memoria y en mi corazón, que jamás se podrá borrar”, añadió el ‘Mariscal’. En una pieza que resumió sus cuatro temporadas, en las que—también es cierto— no todo fue ‘color de rosa’ para el crack caldense.

Pero en especial, evocó la cita que lo hizo girante en el rentado criollo: la del 21 de junio de 2021, cuando disfrutó como un niño la obtención de un vibrante título y se encargó de exhibir su medalla por cuanto lugar pisó. “Una de esas finales estampó la tercera estrella en el escudo del ‘Vinotinto y Oro’ y en mi corazón el sueño del Pibe, el ser campeón (...) Sentir la euforia y el palpitar del pueblo tolimense”, agregó.

Y mencionó cómo en esa época, la afición descargaba —según sus palabras— “entre gozo y lágrimas, la incertidumbre y el dolor vividos en una pandemia que apenas sugería su fin”.  Del mismo modo, resumió su etapa como un proceso que permitió un crecimiento y no solo eso: una compenetración con las costumbres locales, que significan motivo de orgullo para quienes viven en la ‘Tierra Firme’ de América.