Una gran mancha 'Vinotinto y Oro' se vio a lo lejos, en medio de una marea azul. En lo más alto de uno de los templos del fútbol mundial, donde casi no enfocan las cámaras de televisión, una 'tribu' dijo presente en una fecha que pasará a la historia del club.

Fueron los cerca de 500 hinchas del Deportes Tolima que por aire y tierra se desplazaron hasta el estadio La Bombonera de Buenos Aires para presenciar el encuentro frente a Boca Juniors, que si bien no dejó un sabor dulce, se convirtió en toda una experiencia para quienes tuvieron el privilegio de vivirlo.

El elenco orientado por Alberto Miguel Gamero los alcanzó a premiar con un primer tiempo de ensueño, antes de la debacle. O mejor, de la seguidilla negativa que vino tras el infortunio en área propia del delantero Marco Johnnier Pérez, quien esta vez no pudo ser héroe en campos foráneos.

La caída (3-0) resultó injusta para el esfuerzo hecho por estos fanáticos, que protagonizaron un apoteósico recibimiento al equipo el domingo, en el Hotel 725 de Buenos Aires, y en masa cumplieron -quizá- la cita más importante de la historia a nivel internacional.

Comparable, tal vez, a la que se tuvo en 2004 frente al otro gigante de la Argentina, River Plate, o en 2010 ante Independiente en el Cilindro de Avellaneda. Pero en ninguna de las dos ocasiones el acompañamiento fue tan numeroso, como sí ocurrió frente a los 'Xeneizes'.

Ahora los hinchas deberán afrontar con resignación el regreso. Unos más cómodos que otros, pues son varios los casos en los que la pasión superó cualquier barrera y sin importar la carencia de lujos tendrán en su pasaporte un sello más. Al fin de cuentas, el resultado era lo de menos.

Fotos: Copa Libertadores y El Rincón del Vinotinto