Con la información de El Nuevo Día y Señal Deportes 

Una sobria pero emotiva jornada se vivió este sábado en el Coliseo Enrique Triana Castilla de Ibagué, con ocasión de la ceremonia de inauguración de los cuartos Juegos Deportivos Paranacionales.

La música fue el eje central de la velada en la que estuvieron presentes 1.200 deportistas de 29 delegaciones, quienes durante una semana estarán en acción en la capital musical, al igual que Melgar (Tolima) y Cali (Valle del Cauca).

Aunque el acto no tuvo la misma resonancia mediática ni el acompañamiento que el inicio de los pasados Juegos Nacionales, inaugurados en el estadio Manuel Murillo Toro, los deportistas se mostraron complacidos en una noche que incluyó diferentes expresiones artísticas.

Una de ellas fue la presentación de la ibaguereña Zharick, exparticipante en La Voz Kids. La pequeña cantante, quien tiene discapacidad visual, interpretó los éxitos Gaviota Traidora y Zúmbalo, y con ello se llevó el reconocimiento de los presentes.

A su vez, se presentaron los grupos de danza La Sensación del Swing, cuyos integrantes dieron cátedra en cuanto a bailar salsa se refiere y Nuevos Horizontes, que brindó a los espectadores un bello espectáculo al ritmo del Sanjuanero.

Posteriormente vino el desfile de delegaciones que inició con Bogotá y se cerró con la representación Pijao. Precisamente, el abanderado Pijao fue el nadador Yerssy Galindo, reconocido a nivel nacional e internacional por su gran desempeño en las piletas.


Del mismo modo acompañaron las autoridades cívicas y deportivas: El alcalde de Ibagué, Luis H. Rodríguez, quien esta vez no tuvo miedo a los abucheos; el gobernador del Tolima, Luis Carlos Delgado; Andrés Botero, director de Coldeportes y Fabio Ramírez, responsable de los juegos. Junto a ellos no faltó el mandatario electo de la ciudad, Guillermo Alfonso Jaramillo.

Pero sin duda el momento más emotivo de la fría noche ibaguereña fue el que tuvo como protagonista al fuego deportivo. El deportista Alexander Espitia empezó el recorrido por el maderamen del coliseo, mientras que el nadador Carlos Mario Santofimio lo cerró y tuvo en sus manos la posibilidad de encender el pebetero.

“Llevar la antorcha con la llama es como haber ganado cinco medallas de oro”, indicó emocionado el atleta.  En vez de sonoros aplausos, que tampoco faltaron, el mejor reconocimiento a los participantes fueron las palmas erguidas, símbolo de alegría y esperanza. 

La meta para la delegación local en estos juegos es superar lo hecho hace tres años en Norte de Santander y Cali, cuando ocupó el puesto 11 con 24 preseas: siete medallas de oro, seis de plata y 11 de bronce.

Fotos: Imdri Ibagué