Los ibaguereños están muy agradecidos con el volante del Real Madrid y la Selección Colombia, James Rodríguez, por su destacada actuación en la pasada Copa del Mundo, torneo en el que fue el goleador y estuvo nominado al Balón de Oro.

Gracias al '10', la ciudad se dio a conocer a nivel internacional, cuando los medios hicieron mención de cuál había sido el lugar donde había comenzado la exitosa carrera del volante 'Tricolor'.

Sin embargo, la instalación por parte de la Alcaldía de dos vallas de gran tamaño en los exteriores del estadio Manuel Murillo Toro, y otras más en diferentes sectores de la capital tolimense, han despertado comentarios de todo tipo entre los aficionados del 'Vinotinto y Oro', quienes consideran que con esos recursos se pudo -por ejemplo- hacer un mantenimiento óptimo a las afueras del escenario deportivo.

Y es que el aspecto del máximo escenario deportivo de los tolimenses es lamentable. Los desechos abundan en el lugar, los prados fueron consumidos por el fuerte verano que azota a ciudad y el encerramiento de la tribuna oriental desaparece paulatinamente, entre el óxido y el hurto continuado.

Mientras la administración sigue sacando pecho con James, y contempla pagarle una millonaria cifra al cantante Juanes para que venga a la ciudad, los hinchas siguen esperando que la casa de su amado equipo tenga una mejor cara.

Con más veras cuando en noviembre del próximo año Ibagué será sede de la edición número 20 de los Juegos Deportivos Nacionales.