Por: Mario Alejandro Rodríguez ([email protected])

La gambeta está de luto. Las redes comienzan a añorar sus goles, decorados siempre con los más finos detalles cual si fuera el mejor de los orfebres. Hoy Ronaldo Nazario Da Lima, el gran 'fenómeno' ha dicho adiós al balompié, después de una dilatada carrera que tuvo picos muy altos, pero también grandes frustraciones.

Quién iba a imaginar que el 9 de Corinthians disputaría su último juego internacional de su carrera frente al Deportes Tolima en la Copa Santander Libertadores el pasado 2 de febrero...

Para ninguno de nosotros, los amantes de este deporte, pasó por la mente siquiera que este astro tomara esta transcendental decisión de forma tan repentina. Menos como consecuencia directa del golpe dado por Hernán Torres y sus muchachos.

Pero fueron tan grandes los ecos de la eliminación del 'Timao' del máximo evento de clubes del continente a manos del 'Vinotinto y Oro', que dejaron por el suelo el estado de ánimo del goleador y también de su eterno amigo Roberto Carlos.

Las amenazas de muerte contra su vida y la del exlateral de la 'canarinha', sumado al pésimo estado físico que ostenta debido a un síndrome de hipertiroidismo y las múltiples lesiones en sus extremidades, obligaron a dar antes de tiempo el paso menos deseado.

Con 34 años optó por colgar los guayos, ante la mirada escéptica de sus seguidores que no asimilaban la noticia.

Entre sus grandes fracasos está, sin duda, el no haber logrado el trofeo de la Libertadores. Y el equipo de Ibagué se encargó de truncárselo en su última chance, con un fútbol vertiginoso que no pudo soportar y hacerle frente como hubiera querido.

En ello está el mérito de la clasificación tolimense a la Fase de Grupos que empieza ante Guaraní este martes: Haber sacado de la disputa a un grande que buscó imponerse con sus pergaminos ante un chico, por el que pocos depositaban su confianza.

En los registros quedará su exitoso paso por el PSV Eindhoven, F.C Barcelona, Inter de Milán, Real Madrid y el A.C. Milán. A su vez, la conquista de los mundiales de 1994 y 2002, el galardón del Mejor Jugador de la FIFA en 1996, 1997 y 2002 y la consecución de la Copa América en 1997 y 1999.

Pero la marca que será recordada por el mundo entero y difícil de superar por las nuevas generaciones es la que aún lo exhibe en el más alto pedestal: Ser el goleador histórico de la Copa del Mundo con 15 anotaciones en cuatro participaciones.

Se fue Ronaldo. Pero para el consuelo nuestro está en que este gigante, respetado pero NO temido, pisó el césped del vetusto Murillo Toro. El elenco 'musical' se encargó de su despedida definitiva de la Copa y de desearle con dos goles un caluroso ¡Hasta Siempre!