La vida le sonríe al pugilista ibaguereño Óscar Eduardo Escandón. El nuevo monarca interino de las 126 libras (Peso Pluma) del Consejo Mundial de Boxeo llegó este lunes a Ibagué y fue recibido como todo un héroe no solo por sus seguidores en barrio El Refugio, sino también por su tocayo, el gobernador del Tolima Óscar Barreto. 

En una emotiva ceremonia, el mandatario seccional, en compañía del gerente de la entidad, Gerardo Yepes, le entregó a Escandón un contrato a 10 meses, por valor de 30 millones de pesos, para convertirse en nuevo asesor de Indeportes Tolima, en lo que tiene que ver con este deporte.

"Cuando me dijeron que el Gobernador iba a recibirme, no me imaginé que era para darme esa excelente noticia, esa platica me va a caer muy bien para ayudar a mi familia", indicó el boxeador Pijao.

Y es que después de esta buena noticia, poco importan las secuelas que dejó en el rostro del tolimense la pelea frente al mexicano Robinson Castellanos, que se extendió por siete duros asaltos. El hijo del barrio El Refugio aún tiene inflamado su pómulo derecho, pero solo es eso, un hematoma que desaparecerá.

Ahora la misión de Óscar no solo será preparar su primera defensa del título, que sería para octubre próximo, sino hacer un recorrido por el departamento y compartirle a los más chicos su experiencia de vida; que ha tenido senderos llenos de ‘espinas’, pero también grandes momentos de gloria. 

“Conozco cómo ha sido su vida y las necesidades que ha tenido que pasar, por eso lo invito a que nos acompañe en el gobierno para incentivar a las nuevas generaciones de los beneficios de ser disciplinado y constante", dijo Barreto. 

A Óscar Eduardo también se le hizo un reconocimiento, a través del decreto 0305, en el que la Gobernación del Tolima exaltó las condiciones deportivas y personales como ejemplo de superación.

Eso sí, el profesional espera que con la ayuda de Barreto por fin pueda hacer realidad su deseo de tener casa propia, el mismo que le incumplió el exalcalde de Ibagué Jesús María Botero.

Sin embargo, lo que más llenó de felicidad a Escandón fue volver a su casa y compartir con su pequeña hija, Gabriela, a quien no conocía; toda vez que nació mientras el boxeador adelantaba la fase de preparación previo al título, en suelo estadounidense.

“A mi hija Gabriela Escandón, lo prometido es deuda. Prometí que el título era para ella. Me siento muy feliz de compartir con mi princesa hermosa, mi cachetoncita”, compartió el campeón en su perfil de Facebook.

Y añadió: A mi gente de Ibagué, del Tolima, gracias. Lo logramos, esto es un sueño hecho realidad. A mi esposa Katherine por esperarme, a mi hijo Juan José, los amo. Ahora a celebrar, Dios mío. Este triunfo es de todos ustedes, gracias por toda esta energía positiva, la sentí”. 

En su transitar por el centro de Ibagué, Óscar se convirtió en toda una celebridad, pues fueron varios los transeúntes que se animaron a pedirle una foto al dueño de aquel fajín verde, que es entregado solo a los mejores.