Yair Castro, el jugador desechado por DEPORTES TOLIMA que debutó en el balompié de Chipre




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Por: Mario Alejandro Rodríguez

Cuando llegó a Ibagué, a principios de 2015, el sueño que traía consigo el lateral guajiro Yair Castro no era más que el de cualquier otro joven que quiere ser alguien en el fútbol: Jugar en primera división, tener reconocimiento y ayudar así a sostener a su familia. 

Y cuando parecía ir en buen camino hacia ese anhelo, una serie de dificultades se atravesaron en el camino, entre ellas, el ser rechazado por el Deportes Tolima por una aparente cojera, al tener su pierna izquierda un poco más larga que la diestra.

Yair, quien arribó a capital musical llegó de la mano del antioqueño Fabio Martínez, responsable en 2014 de lograr el Campeonato Nacional Sub-20 con la 'tribu', hizo parte del plantel B del 'Vinotinto y Oro', tras su paso por el club Palmazul de Medellín. 

Pero este elenco fue eliminado de forma prematura del Campeonato Nacional, por lo que pasó a reforzar el plantel A, dirigido por Víctor 'Káiser' Espinosa. 

No obstante, un desgarro en el posterior de la pierna izquierda, lo alejó del equipo juvenil. La situación empeoró cuando -al parecer- un dictamen del médico del grupo profesional, Carlos Fernando Niño, a petición del preparador físico de ese equipo, Alex Huertas, lo habría calificado -según Castro- de no apto para el fútbol. Esto por la condición congénita en su extremidad inferior.

"Pero fui al ortopedista de Atlético Nacional, quien me revisó, me hizo todos los exámenes y me dijo de que sí era apto pese a que tuviera la pierna más larga. Se extrañó con el concepto que me dieron en Ibagué", dijo el futbolista.

"En cuanto a la lesión, el fisioterapeuta me trató por 15 días pero recaí. Tuve un mes de recuperación, pero volví y entré y ahí tuve una fatiga. Y ahí comenzaron los problemas", añadió.

Según el lateral, quien también actúa como extremo, uno de los 'cazatalentos' de la 'tribu', Dúmar Rueda, condicionó su estadía en Ibagué: "Me dijo que si no me recuperaba de la lesión rápido tendría que irme. El club no me seguiría pagando la casa hogar", afirmó

Hasta ese momento, solo existía un convenio entre el jugador y la institución con la promesa de comprarle, más adelante, el 80% de sus derechos deportivos, por una cifra cercana a los $20 millones. Pero de un momento a otro este fue desecho. El camino parecía claro.

La 'salvación'

Consciente de que no tenía más cabida en la divisa 'musical', Castro decidió irse. Pero por fortuna para él, el preparador físico Hans Harker Bernal, quien estuvo en la época del estratega Martínez, lo invitó a unirse en el trascurso de este año a un nuevo proyecto que se adelantaba en la ciudad: Acemed, antes conocido como Cemadi.

En esta iniciativa, los jóvenes 'desechados' por la escuadra profesional de la ciudad comenzaron a ser recuperados para el fútbol competitivo; entre ellos Yair, quien superó con éxito su lesión.

"El profe Hans fue el que me apoyó, que tuviera paciencia, que él iba a tener un proyecto y gracias a él estoy hoy cumpliendo mi sueño", indicó Castro. 

"Me puse a trabajar con él, lo recuperamos, se amoldó a lo que queríamos y ya en muy buenas condiciones. La lesión que tenía fue corregida con trabajos de fortalecimiento muscular, luego de un tiempo prudencial de cicatrización. 

"Fue algo que no se quiso hacer en Tolima. Sobre su condición genética, esta nunca incidió negativamente en su rendimiento", complementó el profe Bernal. 

En búsqueda de la oportunidad

Primero, el lateral estuvo en el club Das Aves de la segunda división de Portugal, y luego probó durante mes y medio en el equipo Novelda C.F. de la tercera división de España. Pero por ser extranjero no pudo ser contratado, pese a sus cualidades técnicas. 

Fue entonces cuando viajó hasta Chipre, a ocho horas de diferencia horaria con respecto a su natal Maicao, en donde encontró la oportunidad deseada. Y por lo menos de arranque no la ha desaprovechado. 

El club Doxa, de la capital Nicosia, en el que también está el ex Pijao Luis Arturo 'Wanchope' Peralta, lo recibió con los brazos abiertos hace dos meses. 

Su primer juego fue el pasado sábado, en el juego que perdió el equipo (1-0) ante Karmiotissa, por la liga local. En este duelo disputó 26 minutos, con buen suceso.  

Y este miércoles, en su segunda salida, anotó el tanto del triunfo (3-2) ante  el club Ermis, por los dieciseisavos de final de la Copa de Chipre. Su tanto contribuyó al paso de su escuadra a los octavos de final del certamen.

"Acá no me han puesto ningún tipo de problemas. Me ha ido muy bien y gracias a Dios logré marcar hoy (miércoles) mi primer gol como profesional. Lo único duro ha sido el tema del idioma (Griego), pero estoy aprendiendo inglés para comunicarme mejor", enfatizó el futbolista.

Con 19 años, Castro -llamado por sus amigos como el guajiro- se abre paso en suelo chipriota, confiado -más que nunca- que el fútbol siempre ofrece revanchas. 

Foto: Doxa F.C.











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