Emotivo. Así fue el reconocimiento que tuvo este viernes como epicentro a la familia de Andrés Escobar, recordado por ser uno de los mejores defensas que tuvo la Selección Colombia en toda su historia.

El presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Alejandro Domínguez y su pares de la Federación Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurún, y de la Concacaf, Víctor Montagliani, le entregaron a su hermano, Santiago, reconocido director técnico y demás allegados, la camiseta oficial del combinado que compite en la Copa América Centenario.

La casaca llevaba el número 2 en su espalda, el mismo que utilizó Andrés durante toda su carrera, la cual inició en 1987 en Atlético Nacional.  

El acto se llevó en la previa del duelo de la 'tricolor' frente a los Estados Unidos, que tuvo como sede el Levi's Stadium de Santa Clara (California); cotejo que ganó la visita por 2-0 con goles de Cristian Zapata y James Rodríguez.

"El fútbol desea sepultar la incultura de la muerte, aquella que en ese fatídico día 22 años atrás enlutó no solo a un país sino a todo un continente, y proclamar la cultura de la competencia sana, donde sean solo la habilidad, la técnica y el esfuerzo los que determinen un vencedor",  dijo Domínguez.

Escobar, conocido como 'El caballero del fútbol', disputó su último partido con la selección precisamente frente a los estadounidenses, en la Copa del Mundo de 1994. Por desgracia ese compromiso dejó un sabor amargo en los colombianos, no solo por el resultado sino por lo que desencadenó.

Fue el 22 de junio de 1994, en el marco de la fase de grupos, cuando un autogol de Andrés Escobar contribuyó a la derrota (2-1) que eliminó a los nacionales y clasificó a los locales a los octavos de final del certamen.

Diez días después, el 2 de julio de 1994, Escobar fue asesinado en su natal Medellín, al parecer por la mafia; un crimen que no quedó resuelto por la justicia colombiana. Se fue con apenas 27 años y un futuro que le deparaba grandes cosas en su carrera como futbolista.

Fotos: Conmebol