Óscar Jamardo, toda una leyenda del DEPORTES TOLIMA




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Por: Mario Alejandro Rodríguez / Con la info. de El Nuevo Día

Ya no está entre nosotros. Hace ya dos años y 10 meses que nos dejó, pero desde el cielo está pendiente de su amado 'Vinotinto y Oro'. Porque es así. Ni su estadía por Bogotá, y los cuatro títulos que logró con Millonarios, le hicieron cambiar de parecer. Él escogió vivir el resto de su vida en Ibagué, consciente que acá, en la 'Tierra Firme' de América, fue muy feliz.

Óscar Jamardo Camarotta ató su vida al Deportes Tolima. Desde su llegada comprendió que sería en la Capital Musical donde su impronta trascendía fronteras. Atrás había quedado su experiencia en Ferrocarril Oeste. El destino en 1955 le deparó una nueva aventura: El debut en el fútbol colombiano con un equipo humilde, de guerreros, que estaba llamado a estar entre los grandes en su primera temporada. 

Con apenas 23 años -nació el 30 de octubre de 1932 en Buenos Aires- Jamardo jugó su primer partido con los 'Pijaos', el 6 de enero de 1955. Fue en la vieja cancha del Colegio de San Jorge, que por entonces servía para la práctica del balompié en Ibagué, donde el eterno '6' brilló con su fútbol, depurado y cumplidor.

Aunque la temporada oficialmente tardaría en comenzar, Independiente Santa Fe resultó ser un buen 'sparring' para el equipo de Juan 'Andarín' Barbieri, y un debut auspicioso para el jugador. La victoria fue para los locales, quienes se impusieron por 3-2, con dos goles de su autoría, una tarde espléndida para dar rienda suelta a la esperanza.

Ya en el arranque del torneo profesional, Óscar, al lado de los también argentinos José Ariel Gandulfo, Enrique Ferrari, Enrique Laíno y Carlos Robelle, enfrentó el 24 de abril de 1955, en el estadio Pascual Guerrero, al Boca Junior de Cali. A diferencia de lo que significó su primer cotejo, el resultado no resultó positivo: La 'Tribu' cayó 4-1, vistiendo el uniforme de Racing. 

Pero la perseverancia fue la constante de Jamardo y de este grupo. Bajo la presidencia de Jorge Guzmán Molina, en 1957 llegó el premio al sacrificio y en tan sólo tres temporadas en el rentado local, Tolima ya era subcampeón del torneo de la Dimayor. Si bien el logro era muy representativo, para el futbolista quedó la sensación de que pudieron ser campeones. 

“Ese fue uno de los momentos más amargos de mi existir, porque teníamos todo para ser campeones”, dijo el 'Zurdo', como era apodado, en una entrevista hecha por el Club.

Incluso, de ese campeonato, recuerdan los que saben que convirtió un gol olímpico al Cúcuta Deportivo, en la fase final, que a la postre dejó a los Pijaos como subcampeones, por detrás del Independiente Medellín.

Por cuatro años más, Óscar vistió la casaca 'Vinotinto y Oro'. Luego, en 1961, el argentino fue tentado por Millonarios, club con el jugó cuatro temporadas, todas ellas consagradas con el título nacional. Y cómo no alcanzar la gloria, si estaba bajo la batuta del estratega más ganador en la historia del fútbol criollo: El médico Gabriel Ochoa Uribe, quien supo explotar sus condiciones técnicas.

A propósito de su estilo de juego, el comentarista deportivo más veterano de la capital tolimense, Álvaro Ariza, en un reportaje hecho por el diario El Nuevo Día, lo describió así: 

"Óscar era un volante estilo ‘seis’, zurdo, de una excelente pegada. Hizo mucho goles desde distancias largas, quizá no tenía tanta gambeta ni era muy rápido en el campo de juego, pero sí poseía un buen remate. Si hay que resaltar algo de Óscar era su calidad humana, porque fue un buen hombre, como decimos nosotros". 

Ya para 1965, el mediocampista volvió al equipo de la 'Tierra Firme, donde estuvo por dos años más y completó 262 partidos oficiales. Ese periplo le alcanzó para llegar a la no despreciable cifra de 64 goles con la divisa ibaguereña, siendo -hasta la llegada de otro argentino, Víctor Hugo Del Río- el máximo artillero del club.

"Yo tenía ofertas de México y Santa Fe, pero quería estar en Tolima", dijo el jugador, quien se quedó en la ciudad debido a una lesión en sus extremidades inferiores.

Pero luego de su retiro, el amor por el Tolima perduró hasta el final de sus días. Según recuerda Juan Carlos Lopera, periodista de la ciudad, "Óscar organizó muchos torneos infantiles de fútbol en la antigua cancha del barrio La Pola y en alguna oportunidad tuve el gusto de compartir un partido amistoso con él".

De su vida personal se sabe que don Óscar era esposo de Beatriz Márquez y  padre de dos mujeres: Lucía y Claudia, quienes viven en el exterior. Óscar Francisco, de 55 años, trató de seguirle sus pasos en el profesionalismo, pero sólo alcanzó a disputar un partido con la escuadra tolimense. 

Pero a la edad de 80 años, y producto de complicaciones renales, Jamardo dejó de existir, el 2 de febrero de 2012. Su pérdida enlutó a la afición 'Pijao', que  en ocasiones anteriores sufrió por la partida de Jorge Guzmán Molina, uno de los gestores del conjunto ibaguereño.

"Él fue un gran ser humano, la gente aquí en Ibagué lo quería mucho", recordó Óscar Francisco, a El Nuevo Día.

Hoy, en esta especial fecha, recordamos al hombre que por sobre todas las cosas, eligió a Ibagué y al Deportes Tolima para entregarse en cuerpo y alma. ¡Muchas gracias, don Óscar!











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