Así lo vi: Capitán, ¡Sólo corazón!




Únete a nuestro canal de Whatsapp y mantén enterado de todas las noticias del Deportes Tolima. ¡Clic AQUÍ!




Por: Mario Alejandro Rodríguez

Hubo un jugador que estuvo por encima del resto en el Deportes Tolima el sábado anterior. Que nunca se cansó de correr a todos los balones a los que creyó tener alcance y puso en ventaja a su equipo cuando apenas corría el primer cuarto de hora.

Que como capitán, luego de la humillación sufrida, quiso de forma infructuosa levantar la moral del grupo. Él, solo contra el mundo, no fue suficiente para evitar lo que se avecinaba desde los 45' iniciales frente a Huila: La vergüenza, en uno de los más dolorosos capítulos en la historia del 'Vinotinto y Oro' en torneos cortos.

Yimmi Chará fue ese hombre que quiso multiplicarse por 10 en el clásico. Pero no pudo. Para su desgracia, el habilidoso no tuvo un socio en el campo. Juan Alejandro Mahecha y Danovis Banguero estuvieron lejos de serlo, al igual que David Silva y Yulian Mejía, quienes también lucieron imprecisos en la entrega del esférico.

Y si bien Wílmar Barrios y Marco Pérez fueron partícipes en su anotación, luego no volvieron a aparecer. 

Lo primero que hizo Chará apenas le marcó al guardameta del 'Opita', Ernesto Hernández, fue besar su banda de capitán. Que no es cualquiera. Porque en ella, además de estar representado el liderazgo ante el plantel, está escrito el nombre de los dos seres que más quiere: Ana María, su esposa, y Juan Pablo, su pequeño hijo, por quienes de a pocos lucha por volver a ser ese que alguna vez América de México quiso llevarse.

Con goleada en contra y todo, el balance de Yimmi es aceptable. Ante los 'Auriverdes' llegó a su tercer gol en los últimos cuatro partidos que disputó Tolima, entre Liga y Copa Postobón. Al Medellín, en la serie de octavos de final, le facturó tanto en el Atanasio Girardot como en el Murillo Toro, siendo más que clave en la clasificación a 'cuartos' del equipo.

En el torneo liguero, el vallecaucano ya suma dos conquistas. En la Copa, por su parte, tiene tres. En total son cinco goles en tres meses, que no son menor cosa si se tiene en cuenta que, como tal, no ejerce como atacante, sino es volante por zona derecha y su función es abrir el campo en ese sector. Y la afición sabe de su esfuerzo, por lo que el "Olé, olé, olé, Chará" se escuchó pese a la derrota.











Artículo Anterior Artículo Siguiente